junio 02, 2020

LA INTERVENCIÓN PSICOPEDAGÓGICA

Un breve esquema para recordar los tipos de intervenciones psicopedagógicas.



EL HIPOCAMPO Y LA MEMORIA















INTERVENCIÓN PSICOPEDAGÓGICA DE LA PSICOMOTRICIDAD

A continuación comparto material de estudio de Intervención en Procesos Cognitivos, modulo dictado por la Docente Andrea Cabello, Psicopedagoga y una de mis grandes maestras.













Principales Patologias de la Cognición


Los trastornos cognitivos, como su nombre indica, alteran las funciones cognitivas de la persona que los padece como pueden ser la memoria, el lenguaje, la atención, la conducta, el aprendizaje o la orientación. Este tipo de trastornos suele darse en personas mayores, por lo que debemos trabajar para prevenir dicho deterioro cognitivo. 

Dentro de estos trastornos, podemos encontrarnos con el delirium, la demencia o los trastornos amnésicos que explicaremos a continuación: 

Delirium

Se trata del deterioro agudo y global de las funciones superiores. Su dato más característico es el deterioro del nivel de conciencia.

Al principio sólo se detectan dificultades de atención, concentración y desorientación (temporal al inicio, luego espacial). Conforme se agrava, se desestructura el pensamiento y la percepción.

En el delirium se diferencian 2 patrones según la alteración de la conducta: agitado y estuporoso. 

Demencia

La demencia es el síndrome caracterizado por el deterioro crónico y global de las denominadas funciones superiores. Lo normal en estos casos es un deterioro intelectual, acompañado de alteraciones de la conducta y del estado de ánimo.

Su prevalencia aumenta con la edad (de 65 a 70 años, 2%; >80 años, 20%), siendo la principal causa de incapacidad a largo plazo en la tercera edad.

Suele iniciarse con el deterioro de la memoria y cambios de personalidad, sin que el paciente tenga conciencia de sus cambios que con frecuencia niega o disimula. La conducta se vuelve inapropiada y se pierde el interés por las cosas debido en gran parte a fuertes déficits de atención.


Trastornos amnésicos


El trastorno amnésico se trata de un deterioro específico en la memoria, normalmente de la memoria reciente.

Los trastornos amnésicos más típicos son lo siguientes:


Psicosis de Korsakoff


Se define como un trastorno de la memoria provocado por la deficiencia de vitamina B1. Afecta sobre todo a la memoria a corto plazo. Los pacientes que presentan este síndrome manifiestan, por norma general dificultad al caminar y con el equilibrio, confusión, somnolencia, parálisis de algunos músculos oculares, neuropatía periférica, etc.


Traumatismos craneoencefálicos


Se asocian a la amnesia retrógrada y anterógrada. Ambas se asocian con la intensidad del traumatismo. En él se asocian déficits cognitivos leves (deterioro de la atención o la memoria) con síntomas afectivos (ansiedad, labilidad emocional, tristeza), cambios de personalidad, cansancio, fatiga, cefalea, insomnio, o inestabilidad.

Amnesia global transitoria


Se caracteriza por una pérdida brusca de la memoria reciente, provocándole un estado de desorientación y perplejidad al no poder retener información; el resto de la exploración es normal. El paciente conserva recuerdos lejanos (nombre, lugar de nacimiento); pero es incapaz de recordar cosas recientes a pesar de mantener un buen nivel de atención; es característico que el paciente repita de forma insistente la misma pregunta.


Cómo prevenir el deterioro cognitivo


Para prevenir el deterioro cognitivo, es fundamental poner de nuestra parte y realizar ejercicios que ayuden a desarrollar y mantener activas estas funciones cognitivas como por ejemplo realizar actividades mentales cotidianas (leer el periódico, llevar la contabilidad de casa, crucigramas, etc), relacionarse socialmente con amigos y mantenerse informados de lo que corre a nuestro alrededor.

En estos casos lo importantes es un diagnóstico precoz del tipo de trastorno mental que padece el paciente para iniciar cuanto antes su tratamiento y prevenir deterioros posteriores.


Principales síndromes amnésicos.


La primera persona que obtuvo pruebas de que los procesos de memoria podrían localizarse en regiones específicas del cerebro humano fue el neurocirujano Wilder Penfield. Sin embargo, no convencieron a la comunidad científica de la época (Kandel, 2001, g).

Como se expuso anteriormente, existen distintos tipos de memoria y distintas zonas cerebrales implicadas. A partir de los estudios de pacientes amnésicos, hemos podido conocer las posibles disociaciones entre los distintos tipos de memoria.


1. Síndrome amnésico clásico
Un síndrome amnésico clásico puede deberse a una lesión o afectación del lóbulo temporal medial (encefalitis herpéticas, enfermedad de Alzheimer, amnesia global transitoria, hipocampectomías bitemporales e ictus isquémicos) y también por afectación diencefálicas (síndrome de Korsakoff)

1.1 Síndrome Amnésico Temporal: En las amnesias del lóbulo temporal medial, el caso más estudiado es el del famoso paciente HM. Presentaba una amnesia episódica y semántica anterógrada y una amnesia retrógrada. Por el contrario, mantenía preservada la memoria a corto plazo y la memoria procedimental o implícita.

1.2 Síndrome Amnésico Diencefálico: En las amnesias diencefálicas, los casos más estudiados son los pacientes con síndrome de Korsakoff. Presentan una amnesia anterógrada tanto semántica como episódica, pero que no se explica siempre por una incapacidad del almacenamiento, sino que puede relacionarse en parte a un trastorno del recuerdo, lo que es un elemento de distinción entre las amnésicas del lóbulo temporal medial y las diencefálicas. Igualmente presentan una amnesia retrógrada (Roger Gil, 1999). Son típicas las confabulaciones, actúan como si recordaran situaciones que realmente no recuerdan o se inventan hechos que nunca han sucedido en la realidad. Presentan dificultades para hacer una valoración de su propia capacidad memorística (metamemoria). Presentan, en pruebas de memoria, interferencias e intrusiones.


2. Síndrome Amnésico Frontal
Las lesiones de la corteza frontal no producen una pérdida generalizada de memoria. Sin embargo, estos pacientes muestran algunos problemas cuando deben poner en juego habilidades implicadas en la búsqueda y selección de información pertinente para cada situación. En definitiva, la corteza frontal tiene un papel fundamental en la organización, búsqueda, selección y verificación del recuerdo de la información almacenada. Por tanto no interviene en los procesos de almacenamiento, sino que media en procesos estratégicos de recuperación, monitorización y verificación (Tirapu y Muñoz-Céspedes, 2005). Los pacientes con lesiones del lóbulo frontal muestran dificultades en los test de recuerdo libre, mejorando significativamente en el test de reconocimiento (Janowsky, Shimamura, Kritchevsky y Squire, 1989). Una posible interpretación de este fenómeno sería que los test de recuerdo libre demandan estrategias internas de búsqueda de la información que estos sujetos no pueden generar por sí mismos (Perea, 2001).

3.- Amnesia retrógrada focal
Los pacientes con este tipo de amnesia presentan una afectación importante de la memoria retrógrada declarativa, al igual que una afectación de la memoria anterógrada declarativa que puede variar en gravedad. Los otros tipos de memoria y las demás funciones cognitivas se encuentran preservadas. Este tipo de amnesia se asocia a lesiones de áreas temporales que no afectan al hipocampo. Las causas más frecuentes son el traumatismo craneoencefálico, la epilepsia del lóbulo temporal, la amnesia psicógena y la insuficiencia vertebrobasilar.

4.- Demencia semántica
Cursa con afectación prominente de la memoria semántica, estando la memoria a corto plazo, la memoria episódica, la memoria no declarativa, los aspectos gramaticales del lenguaje y las demás funciones intelectivas preservadas. La neuroimagen muestra atrofia temporal inferolateral (Olazarán, 2001).

Los factores fisiológicos más comunes son:

  • Disfunción cerebral: Determinadas alteraciones de la conducta pueden tener su origen en lesiones cerebrales o mal funcionamiento cerebral debido supuestamente a factores de diversa índole que surgen antes, durante y después del nacimiento (sin embargo se han encontrado individuos que aún con lesión cerebral, no presentan problemas de aprendizaje).
  • Determinantes genéticos: Muchas deficiencias tienen una base hereditaria constatable. Transtornos de escritura, dislexia han sido corroborados (no en todos los casos) con evidencias de "naturaleza familiar". Los factores genéticos originan determinadas deficiencias y discapacidades que favorecen la aparición de dificultades de aprendizaje.
  • Factores bioquímicos y endocrinos: Procesos de mielinización, síntesis de proteinas, reacciones bioquímicas, que no alcanzan su estatus idóneo pueden ser las causas de problemas de aprendizaje, trastornos metabólicos, como el de los aminoácidos (como la fenilcetonuria, que de no tratarse pueden provocar deficiencia mental severa), alteraciones por anomalías en el funcionamiento endocrino, como es el caso del hipertiroidismo, que pueden producir déficit atencional, irritabilidad, hiperactividad...éstas situaciones son predisposiciones para presentar problemas de aprendizaje.
  • Factores socioculturales: Pueden determinar la aparición de dificultades para el aprendizaje como los que se mencionaron al inicio de este tema.
  • Factores institucionales: Una política educativa cambiante y desajustada que con frecuencia se olvida del objeto y sujeto de la educación, favorece la aparicion de dificultades de aprendizaje. Si a esto se añaden deficiencias en el contexto físico y social en las que tiene lugar la enseñanza y unos planteamientos pedagógicos incorrectos es bastante probable que las dificultades de aprendizaje aparezcan.

Modelos Teóricos que fundamentan la práctica psicopedagógica


Modelo Biologisísta- Maduracionísta- Organicista del Aprendizaje.

Este modelo se constituye a partir de una  concepción de enfermedad que responde a un modelo médico neurológico en el que predominan las concepciones biológicas
El aprendizaje se concibe como la posibilidad del sujeto de adquirir destrezas, habilidades, en íntima relación a su inteligencia, función privilegiada por excelencia para el normal desarrollo del mismo, y el aprendizaje escolar considerado como contenidos a saber estaba condicionado por el nivel intelectual. El sujeto poseía inteligencia suficiente para acceder o no a los diferentes contenidos.
Las causas o razones de los problemas de aprendizaje se encuentran a partir de la identificación de disfunciones anatomo- fisiológicas que producen desviaciones en la adquisición esperable de una función de determinada etapa de desarrollo. La anormalidad se define a partir de teorías de constitución patológicas de las funciones mentales.
La intervención psicopedagógica, se condiciona por el tipo de diagnóstico realizado por el profesional. Es decir, se diagnosticaba a través de test, y los resultados que arrojaban estos, daba la posibilidad al sujeto de aprender, es decir, el Coeficiente Intelectual determina la capacidad intelectual del sujeto para aprender.
En síntesis,  este modelo se sostiene en la reeducación, el psicopedagógo se enfoca en la falta o la falla, la meta es pedagógica, debe adaptar lo inadaptado, normalizar.


Modelo Estructuralista.

El núcleo de este modelo es el pensamiento, abordado desde su desarrollo y evolución, se conceptualiza el sujeto como un sujeto epistémico, que conoce según las posibilidades de su nivel estructural de pensamiento y por lo tanto al aprendizaje como un proceso constructivo de apropiación del conocimiento que supone una construcción progresiva y continua, una secuencia cronológica determinada por las estructuras de pensamiento.
La función del psicopedagógo, según este modelo, es favoreces y propiciar el desarrollo de estructuras intelectuales, creando situaciones que permitan que el sujeto construya las operaciones o nociones que debe adquirir en función de su nivel estructural.
Las técnicas utilizadas en la tarea del psicopedagógo, son el método clínico de indagación y las pruebas operatorias usadas por Piaget, para establecer el nivel estructural del pensamiento del sujeto y evaluar sus posibilidades ante determinada noción, y como instrumento de trabajo en el tratamiento que, a través de la ejercitación y de la introducción de conflictos y contrapruebas, suscitan elaboraciones por parte del sujeto correspondiente a niveles estructurales superiores.
Se define al psicopedagógo, como un técnico cuya base formativa es instrumental, sin embargo, se plantean dos cuestiones desde este modelo:
  • El rol del psicopedagógo se homologa al rol del docente. Es decir, el psicopedagógo es el maestro de apoyo.

  • La relación de apropiación de los conceptos teóricos y el uso que se hace de los mismos. En el proceso de apropiación se rigidiza la teoría  simplificándola, perdiéndose así parte de la realidad en el abordaje de la tarea.

Modelo Psicoanalítico.


Este modelo de intervención, se fundamenta en representar, por un lado, una reacción a la práctica reeducativa, y por otro, al formalismo estructuralista; se concibe al sujeto, desde este modelo, desde otras dimensiones, presentándose revalorizaciones de la visión del sujeto dinámico. Es decir, el fundamento de lo patológico, su génesis, se encuentra en los aspectos afectivos.
De esta manera, se plantea que el aprendizaje incluye los aspectos intelectuales, afectivos y relacionados, conscientes e inconscientes. Cada sujeto modela una forma de aprender según sus disposiciones, historia, relaciones con el otro. Un sujeto entramado en su propia historia familiar y social que modela su ser y sus relaciones con el mundo que lo rodea. Estas son las fuentes de comprensión del sujeto.
Los problemas de aprendizaje son entendidos como síntoma, el cual se define como formación del inconsciente o como un significante que sustituye a otro significante eludido. Por ello la tarea del psicopedagogo se convierte en una actividad de decodificación en la medida que debe descifrar como mensajes e identificar destinatarios.
La tarea del psicopedagogo, debe centrarse en revalorizar la palabra oral como producción material del sujeto y como elemento fundamental sobre el que se basa la tarea, a través del dibujo y del juego, útiles para que el sujeto exprese sus conflictos. Es decir, que oriente a favorecer que el sujeto despliegue sus ganas de aprender, descubriendo el sentido del síntoma no- aprender en una labor de espera y escucha, utilizando el lenguaje como mediador y posibilitador de este despliegue.

Modelo Psico- socio- antropológico: un intento de integración.

Este modelo remite a la consideración de un intento de abordaje del objeto de la práctica psicopedagógica, fundamentando interdisciplinariamente, desde los pilares conceptuales de la Psicología y la Epistemología Genética, el Psicoanálisis y los aportes de la Psicolingüística, la Psicología Social y la Socio antropología. Este modelo pretende reflejar el intento de integrar los distintos marcos conceptuales en una visión que considere todas las dimensiones que hacen la situación vital del sujeto.

El porqué, para qué y cómo de la instancia de la pregunta: “¿qué es la Psicopedagogía?”

 Esta autora, haciendo un poco de historia dice que la Psicopedagogía nace en el campo del “fracaso en el Aprendizaje”, fracasos de la pedagogía, de la neurología y del psicoanálisis. La psicopedagogía, se originó como una práctica que intentaba intervenir resolviendo las situaciones individuales de niños y adolescentes que fracasaban en aprender. Niños que siendo sanos e inteligentes, dice la autora, no aprendían.
 Se utilizo, términos como “diagnostico”, “tratamiento”, “paciente”, pero lo más grave fue intentar corregir o “reeducar” aquello que venía supuestamente diagnosticado por la medicina y marcado expulsivamente como problema de aprendizaje por el sistema escolar. Esos niños son enviados a reeducación psicopedagógica (que no es psicopedagogía), y rápidamente se cubre el conflicto. Y la reeducación psicopedagógica llega a tapar las preguntas, que aquel niño que no aprende él calcular, ahora transformado en una “discalculia”, o aquel otro niño que no aprende a escribir, ahora clasificado como “un Disléxico”.
Sobre esta situación, la reeducación interviene usando técnicas que obturan con movimientos, la emergencia del gesto, que acallan con sonidos, la autoría de las palabras y los pensamientos. La reeducación psicopedagógica, se dedica a colocar prótesis intelectuales, donde hay inteligencia atrapada o inhibida, sosteniendo en los hechos la exclusión del alumno, sin intervenir ni denunciar los movimientos expulsivos que desde los sistemas educativos promueven el fracaso escolar. Y llamándolo problema de aprendizaje, hace algo similar a quien llamase o tratase como anoréxico a un desnutrido.
Continúa su relato la autora, manifestando que en los años 1970, comienza una psicopedagogía llamada clínica, quienes serían sus pioneras, Blanca Tarmopolsky y Sara Paín, insertando a la psicopedagogía en un movimiento de trabajo interdisciplinario, el cual abre un camino para pensar al aprender y al no aprender desde otro lugar. Es decir, usando los conocimientos de la medicina, la pedagogía, el psicoanálisis y otras disciplinas, como herramientas para la construcción de una particular y específica mirada propia de la psicopedagogía.

Modelos Teóricos influyentes en Psicopedagogía.

Hay diferentes modelos teóricos que en el campo de la psicopedagogía nos llevan a considerar la realidad de la dificultad de aprendizaje escolar. Las líneas más tradicionales, enfocan el diagnóstico y tratamiento, poniendo énfasis en la recuperación de aquellos temas que están vinculados directamente con el aprendizaje escolar (enseñar a leer, escribir, restar, sumar, etc.).Las líneas más modernas, intentan vincular los problemas antes mencionados, con la conducta en su totalidad, incluyendo la historia de vida del sujeto, su familia, su escuela, su entorno, su estructura psíquica.
Estas diferencias son interesantes para reflexionarlas a partir de adoptar una concepción básica desde la que se posicionará el psicopedagogo para construir un proyecto terapéutico con el paciente.
La Epistemología Convergente, plantea Susana Passano, intenta hacer una confluencia de escuelas como el psicoanálisis, los aportes de Piante y de Pichón Riviere, tratando de conceptualizar al sujeto que aprende desde los aspectos afectivos, cognitivos y de su relación con el medio. Aquí el sujeto es mirado desde tres posiciones teóricas diferentes, separando lo intelectivo de lo social y de lo intrapsiquico. Entonces, desde esta posición se formula un diagnóstico y un tratamiento para los problemas de aprendizaje escolar.
Con la influencia de las líneas constructivistas, la psicopedagogía adquiere diferentes modalidades de conceptualización y de intervención para la atención del paciente con problemas de aprendizaje escolar. Estas líneas teóricas, hacen aportes que permiten a la psicopedagogía fundamentar, acerca de la formación de las funciones psíquicas superiores (memoria, representación, etc.) y de la relación de estas con el conocimiento y el aprendizaje: el valor del lenguaje, del medio y de la cultura, del sujeto y del objeto en el proceso de conocer y aprender.
La influencia del positivismo- empirismo, se observa en esta orientación psicopedagógica de recuperar las habilidades, funciones o conductas de ser trabajadas con un plan de actividades preestablecidos, a efectos de conseguir el resultado esperable y observable.
Transcurridos varios años de la fundación de la carrera, se comienza a hablar de los trastornos de aprendizajes como síntoma., término que se introduce en la intervención clínica psicopedagógica. Es decir, se comienza a intentar dilucidar el síntoma, descubrir los componentes emocionales en la vida del niño y su familia que generan la dificultad de aprendizaje. Se trasciende la consideración del sujeto como única categoría en la que se produce el problema de aprendizaje y se introduce la consideración de otros niveles como pueden ser la familia, la escuela y otras instituciones que participan en la vida del niño.
  

Conclusión

Después de hacer un recorrido histórico por los modelos que sustentan la intervención Psicopedagógica, puedo llegar a pensar que mis colegas y compañeras de estudio así como yo, en realidad, deben intervenir acorde a un mandato institucional, ya que pertenecemos a ámbitos institucionales que están al servicio de la comunidad.
Entonces, pensé en lo que dice marina Müller cuando dice Los psicopedagogos nos ocupamos de un campo polifacético, por ello debemos tener clarificado la identidad profesional. En este sentido, la preparación parcial resulta con facilidad en posiciones que a mi modo de ver distorsionan el rol del psicopedagogo o reflejan formaciones unilaterales"
Por ejemplo  Una Colega dice “yo atiendo la línea 112 que está al servicio de minoridad y familia” “recibo las denuncias, y después informo y envío a gente capacitada para intervenir” en  donde la profesora pregunta cuál es la estrategias de intervención que utiliza “y no sé si yo solamente estoy en el teléfono” sin embargo, según lo leído puedo suponer que esta colega estaría trabajando y realizando las intervenciones desde un modelo biologisista- maduracionísta-digo esto ya que este modelo se sostiene en la reeducación con soportes teóricos, entre otros  de la psicología experimental, donde psicopedagogo se enfoca en la falta o la falla, debe adaptar lo inadaptado, normalizar, entonces es allí donde se centra la labor de esta colega, recibe un llamado, (falta o falla) delega personas que se ocupen de ello brindando una respuesta.
Otra colega comenta que realiza tareas de integración escolar a lo cual dice que interviene de acuerdo al problema que se presente si es que el niño tiene problemas de aprendizajes en algún área, intervengo desde la pedagogía, y si trae problemas de conducta desde la psicología; aquí es tan evidente la escisión que mi colega hace en el niño , su intervención psicopedagógica es tratar de recuperar las habilidades, funciones o conductas de ser trabajadas con un plan de actividades preestablecidos, a efectos de conseguir el resultado esperable y observable.
Otras dos colegas mas desde sus funciones comunitarias, incluyéndome, en el área educativa  hablamos  de estrategias utilizadas “la escucha” a saber es el instrumento esencial a la hora de realizar una intervención, pero, estamos siempre tratando de enmendar las faltas, aquello que no está bien buscar la manera de “adaptar lo inadaptado” en mi caso, enseñar educación sexual, en una institución escolar, en una hora cátedra, (40 minutos hora reloj) es algo imposible, entonces ante el mandato institucional debo adaptar esos tiempos y solo puedo dar información, el niño debe cargarse de esa información y repetirlas a la hora del examen, entonces pienso, que estoy trabajando desde un modelo reeducativo, al igual que varias de mis colegas, condicionadas o no, aun nos cuesta trabajar desde la psicopedagogía clínica, utilizando el modelo Psico- socio- antropológico, buscando trabajar con el sujeto en su totalidad, pero todo aprendizaje es un proceso, y aquí me parece pertinente mencionar a Marina Müller nuevamente cuando dice “todo psicopedagogo/a como tal, y el conjunto de ellos como profesión, van elaborando una imagen de lo que es la psicopedagogía, por la definición de su propia identidad ocupacional en conexión con la tarea, con sus logros y sus dificultades”(…) “esta identidad se va construyendo; nunca es monolítica de modo absoluto, ya que implica el reconocimiento de las posibilidades y limites personales ,institucionales, situacionales, la discriminación de lo idealizado, la reintroyección de lo proyectado, el afrontamiento de los conflictos movilizados por la tarea, el asumir la perdida de las ilusiones de omnipotencia depositadas en una formación profesional, en una teoría o una técnica, o en la tarea.”(pag18)

Bibliografía

·         Alicia Fernández “Los idiomas del aprendiente”. Editorial Nueva Visión. Bs. As. 2003
·         Alicia Fernández “poner en juego el saber” Editorial Nueva Visión Bs. As.2009
·         Cristina Ricci  “Psicopedagogía: Aportes para una Reflexión Epistemológica Aprendizaje Hoy Nº 57
·         Marina Müller “aprender para ser” 6ta edición editorial Bonum Bs.As.2008
·         Patricia Arias. ”La Psicopedagogía: sus vinculaciones históricas con otros saberes y su posición actual. Un debate necesario. Aprendizaje Hoy Nº 60.
·         Susana Passano. “cuestiones epistemológicas en psicopedagogía clínica”

El rol psicopedagógico en la Estimulación Cognitiva de pacientes con Demencia tipo Alzheimer1.


Artículo
Publicado online: 30 julio 2009
(Rec.: 27 de mayo de 2009. Acep.: 17 de junio de 2009)
Noelia A. Davicino*, Miriam S. Muñoz, María L. de la Barrera & Danilo Donolo. a
a Departamento de Ciencias de la Educación. Universidad Nacional de Río Cuarto. Argentina.

 Introducción.


En los últimos tiempos, la población mundial ha sufrido importantes
transformaciones en lo que respecta a su estructura
etaria, especialmente en los países desarrollados. En
dichos países, la disminución de la mortalidad, las diversas
mejoras en la calidad de vida y los avances en el campo de
la medicina hicieron posible que gran parte de la población
llegue a edades cada vez más avanzadas de la vejez
(Furtmayr-Schuh, 1995). Este elevado incremento de la
población envejecida ha dado lugar a la creciente aparición
de determinadas patologías vinculadas a la edad, tal como
puede ser la demencia, entendida como un deterioro progresivo
e irreversible del intelecto (Kaplan, Sadock y Grebb,
1996).

Dentro del cuadro clínico de las demencias, encontramos
la Demencia Tipo Alzheimer, que tiene un inicio
gradual y progresivo e implica un deterioro cognoscitivo
continuo. Se produce un deterioro de la memoria y una o
más alteraciones cognoscitivas, tales como afasia, apraxia,
agnosia y alteración de las funciones ejecutivas (American
Psychiatric Association, 1995).

Actualmente, y considerando los datos otorgados
por el ADI (Alzheimer’s Disease Internacional), se estima
que unos 18 millones de personas en el mundo sufren de
Demencia Tipo Alzheimer y que el 66% de ellas vive en
países en desarrollo, tales como China, India y América
Latina; al mismo tiempo, tal organismo estima que para el
año 2020 la población mundial con Demencia Tipo Alzheimer
se habrá duplicado, mientras que para el año 2040 tal
número se habrá cuadriplicado (Genovese, 2006).

Esto último nos está señalando la urgente necesidad
de desarrollar políticas, tanto sanitarias como sociales,
para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de dicha
demencia. Por tal razón, es importante estimular a la sociedad
en general acerca de la necesidad vital de realizar un
diagnóstico precoz de los diversos síntomas característicos
de la enfermedad, evitando que se confundan con los síntomas
naturales de los procesos de envejecimiento.
La Demencia Tipo Alzheimer genera alteraciones
neuropsiquiátricas y conductuales, en este trabajo se toman
distintos conceptos provenientes del campo de la Neuropsicología,
definida como la ciencia que se ocupa de la relación
entre el cerebro y la conducta, además del impacto que las
distintas lesiones o enfermedades producen sobre el sujeto
mismo (León Carreón, 1995).

También se consideran cuestiones vinculadas a la
estimulación cognitiva, que resulta imprescindible en el
tratamiento de la Demencia Tipo Alzheimer, ya que se producen
importantes alteraciones en las diversas funciones
cognitivas, tales como la memoria, el lenguaje y las funciones
ejecutivas, entre otras. Aquí es interesante destacar
que la estimulación cognitiva suele estar ligada a la terapia
farmacológica, especialmente en las fases iniciales de la
enfermedad, con el objetivo de modificar el curso de la
misma y favorecer el mantenimiento de la autonomía de la
persona. De esta forma, la estimulación cognitiva en el tratamiento
de los pacientes con Demencia Tipo Alzheimer se
plantea los siguientes propósitos:

- Lentificar el progreso del deterioro cognitivo y restaurar
las habilidades cognitivas en desuso, partiendo de las
funciones intelectuales conservadas;
- Mejorar el estado funcional de la persona, desarrollando
las competencias que le posibiliten vivir de la forma
más autónoma posible (Fundación ACE, 2006).

Por último, se destaca la importancia de que los
procesos de estimulación cognitiva en pacientes con Demencia
Tipo Alzheimer sean llevados a cabo por profesionales
provenientes del campo de la Psicopedagogía, ya que
su objeto de estudio apunta a los procesos de aprendizaje y
desarrollo humanos entendidos en un sentido amplio (Coll,
1996). En otros términos, consideramos que el psicopedagogo
además de centrar su objeto de estudio en los procesos
de aprendizaje y desarrollo en la etapa evolutiva de la
infancia y en el ámbito estrictamente escolar, también debería
extenderse a las distintas etapas evolutivas y a todas las
áreas de desarrollo de las personas, abarcando sus múltiples
dimensiones. Por esto, planteamos que la estimulación
cognitiva en pacientes con Demencia Tipo Alzheimer puede
llegar a constituirse como un área del ejercicio profesional
psicopedagógico, incluyendo allí el trabajo interdisciplinario
tanto para la prevención de esta Demencia como para el
tratamiento integral de la patología misma.

Demencia Tipo Alzheimer.

Al hablar de Demencia Tipo Alzheimer hacemos referencia
al tipo más frecuente de demencia, que tiene un inicio gradual
y progresivo e implica un deterioro cognoscitivo continuo,
al mismo tiempo que se produce un deterioro de la
memoria y una o más alteraciones cognoscitivas, tales como
afasia, apraxia, agnosia y alteración de las funciones
ejecutivas.
La demencia implica una disminución de la capacidad
intelectual acompañada de cambios psicológicos y del
comportamiento, alterando tanto la vida social de la persona
que la padece como así también la de su entorno inmediato.
El DSM IV (1995) presenta la siguiente definición:

“La característica esencial de la demencia
consiste en el desarrollo de múltiples déficit
cognoscitivo que incluyen un deterioro de la
memoria y al menos una de las siguientes alteraciones
cognoscitivas: afasia, apraxia, agnosia
o una alteración de la capacidad de
ejecución. La alteración es lo suficientemente
grave como para interferir de forma significativa
las actividades laborales y sociales y
puede representar un déficit respecto al mayor
nivel previo de actividad del sujeto” (American
Psychiatric Association, 1994: 140).

Si bien en la actualidad la causa más frecuente de
demencia es la Demencia Tipo Alzheimer, existen un gran
número de causas y enfermedades que pueden generar un
estado demencial. Según Peña-Casanova (1999), algunas
de estas causas pueden ser reversibles, aunque la mayor
parte de ellas solo pueden ser tratadas con el propósito de
aliviar sus síntomas y lentificar su evolución. Generalmente,
las principales causas de demencia se agrupan en cuatro
categorías que abarcan las enfermedades generales, las
enfermedades psiquiátricas, las enfermedades neurológicas
y las demencias degenerativas cerebrales primarias (entre
las que se halla la Demencia Tipo Alzheimer).

Dentro del cuadro clínico de las demencias, encontramos
la Demencia Tipo Alzheimer, que tiene un inicio
gradual y progresivo, implicando un deterioro cognoscitivo
continuo. En dicha demencia, se produce un deterioro de la
memoria (deterioro en la capacidad de aprender o recordar
información) y una o más alteraciones cognoscitivas, tales
como afasia (alteración del lenguaje), apraxia (deterioro de
la capacidad de ejecutar actividades motoras), agnosia
(deterioro de la capacidad de reconocer o identificar objetos)
y alteración de las funciones ejecutivas (planificación,
organización, abstracción, etc.). Además, la Demencia Tipo
Alzheimer puede tener un inicio temprano (presentándose
antes de los 65 años) o un inicio tardío (presentándose
después de los 65 años). La enfermedad puede tener una
duración aproximada de 10 a 15 años, pudiendo sufrir variaciones
de un paciente a otro (American Psychiatric Association,
1995).

Aunque cada día se sabe más sobre la enfermedad,
todavía se desconoce la causa exacta de la misma y
actualmente no se dispone de un tratamiento eficaz. Por lo
que es imprescindible el estudio detallado de sus principales
características con el propósito de poder brindar respuestas
ajustadas a las necesidades tanto del paciente como así
también de los familiares y cuidadores del mismo. En este
sentido, el psicopedagogo como profesional especializado
en el proceso de aprendizaje humano, podría desempeñar
un rol fundamental en lo que hace al tratamiento integral de
la Demencia Tipo Alzheimer. De este modo, sus intervenciones
deben apuntar tanto hacia la promoción de la salud y
la calidad de vida, como así también hacia la recuperación y
rehabilitación de las perturbaciones generadas.

Estimulación cognitiva en la Demencia Tipo Alzheimer.

La estimulación cognitiva puede ser definida como un conjunto
de estímulos generados por la neuropsicología terapéutica
o intervencionista con el fin de realizar una rehabilitación
para maximizar las funciones cognoscitivas preservadas,
manteniendo la autonomía funcional del paciente el
mayor tiempo posible. De esta manera, la estimulación cognitiva
se basa en la planificación psicopedagógica de actividades
dirigidas a la activación y mantenimiento de las capacidades
mentales, considerando las capacidades cognitivas
residuales para posibilitar una reorganización funcional del
paciente.

En función de tales capacidades cognitivas residuales
se elabora un proceso de estimulación cognitiva para
pacientes con Demencia Tipo Alzheimer, proceso que se
incluye dentro de las denominadas terapias no farmacológicas.
De esta manera, Martínez Lage (2004) define la estimulación
cognitiva como un conjunto de acciones que interviene
a través de la percepción sensorial y de las funciones
intelectivas, atenuando el impacto personal y social de la
enfermedad. A su vez, plantea que la estimulación cognitiva
engloba las actuaciones dirigidas a mantener o mejorar las
capacidades cognitivas propiamente dichas, las capacidades
funcionales, la conducta y la afectividad.

Es importante destacar que la estimulación cognitiva
debe ser llevada a cabo en el marco de una actuación
globalizada, complementándose con la terapia farmacológica,
la orientación familiar y el abordaje social, de manera de
implicar al sujeto como una totalidad integrada.

Consideramos necesario destacar la importancia
de que los procesos de estimulación cognitiva en pacientes
con Demencia Tipo Alzheimer sean llevados a cabo por
profesionales provenientes del campo de la Psicopedagogía,
ya que su objeto de estudio apunta a los procesos de
aprendizaje y desarrollo humanos entendidos en un sentido
amplio (Coll, 1996). Por lo tanto, sostenemos que el psicopedagogo
no solo centra su objeto de estudio en los procesos
de aprendizaje y desarrollo en la etapa evolutiva de la
infancia y en el ámbito estrictamente escolar, sino que se
extiende a las distintas etapas evolutivas y a todas las áreas
de desarrollo de las personas, abarcando sus múltiples
dimensiones. De tal manera, afirmamos que la estimulación
cognitiva en pacientes con Demencia Tipo Alzheimer puede
llegar a constituirse como un área del ejercicio profesional
psicopedagógico, incluyendo allí el trabajo interdisciplinario
para el abordaje integral de la patología misma.

Neuroplasticidad y su importancia en la estimulacióncognitiva.

Los tratamientos no farmacológicos parten de considerar
para su trabajo las capacidades conservadas del paciente
con el propósito principal de mantener su autonomía el
mayor tiempo posible. Por tal razón, las diversas intervenciones
no farmacológicas en el campo de las demencias
tienen su punto de partida en el concepto de neuroplasticidad
o capacidad plástica del cerebro. De esta manera, en
el año 1973 Luria fue uno de los primeros en afirmar que las
zonas cerebrales lesionadas podían compensarse por la
acción de las zonas sanas. Además, este mismo autor planteaba
que el ejercicio de las funciones favorecería notablemente
el establecimiento de nuevas conexiones neuronales
en zonas dañadas (Acuña y Risiga, 2001).

“La neuroplasticidad se define como la respuesta
que da el cerebro para adaptarse a
las nuevas situaciones y restablecer el equilibrio
alterado después de la lesión. Recientes
investigaciones ponen en evidencia la capacidad
que tienen las neuronas lesionadas para
regenerarse y establecer conexiones nuevas.
Existe neuroplasticidad en el cerebro
anciano, incluso en el demente, si bien en
menor intensidad. Es evidente que en las fases
de elevado deterioro cognitivo, la neuroplasticidad
será nula debido a la pérdida de
masa neuronal, desarborización sináptica y
bloqueo de neurotransmisores” (Tárraga
Mestre, 2000: 20).

Dicha plasticidad neuronal es gobernada tanto por
factores intrínsecos como así también extrínsecos. El primero
hace referencia a la información genética y la memoria
biológica vinculada con el proceso de envejecimiento
humano. El segundo corresponde a cuestiones tales como
las influencias ambientales o el grado de escolarización,
sobre los que es posible incidir desde las intervenciones
dentro de las terapias no farmacológicas.
En relación al rol psicopedagógico, consideramos
que el concepto de neuroplasticidad cerebral puede ser
considerado por el profesional en el trabajo tanto preventivo
como terapéutico, incluyendo a pacientes cierto grado de
deterioro cognitivo y a pacientes ya diagnosticados con
algún cuadro demencial. Por último, es importante destacar
que el programa de estimulación cognitiva propuesto frente
a la Demencia Tipo Alzheimer debe considerar las características
propias del deterioro cognitivo implicado en cada
una de las etapas de la enfermedad y las características
particulares del paciente.

Conclusiones.

En la vejez se producen modificaciones que progresivamente
afectan el funcionamiento normal del cerebro, influyendo
en mayor grado sobre las capacidades motrices, sensoriales
y cognitivas. Entre las consecuencias asociadas al proceso
de envejecimiento mismo existen cuadros clínicos que
pueden llegar a evolucionar hacia determinado tipo de demencia.
La Demencia Tipo Alzheimer es la forma más
habitual de demencia en los adultos mayores. Su complejidad
etiológica y los diferentes factores de riesgo que intervienen
la convierten en una de las patologías más investigadas
y estudiadas en la actualidad desde diversos ámbitos
disciplinarios y científicos.

En la ayuda brindada al paciente deben intervenir
los familiares, los cuidadores, los profesionales del campo
de la salud y la comunidad en general, compartiendo las
responsabilidades médicas y psicosociales que implica la
enfermedad. Esto último posibilitaría el planteamiento de
objetivos comunes y el desarrollo de estrategias de prevención
y detección temprana de la enfermedad y la creación y
puesta en marcha de modelos de atención, ágiles y adaptables
a los cambios, dando respuestas concretas y ajustadas
a las necesidades de cada paciente y familia en particular.

Por otra parte, en relación a los programas de estimulación
cognitiva para pacientes con Demencia Tipo
Alzheimer, éstos serían un pilar clave en el tratamiento de la
patología, favoreciendo la neuroplasticidad mediante la
presentación de estímulos adaptados que promuevan la
capacidad física, intelectual, emocional y relacional de forma
integral.
Por lo tanto, el rol psicopedagógico resulta de
gran valor preventivo y terapéutico en el marco de los tratamientos
múltiples e integrales que deben ponerse en marcha
frente a esta patología en particular. De este modo, el
psicopedagogo resulta un profesional apto para realizar
tareas específicas dirigidas a preservar y potenciar las capacidades
conservadas del paciente y lograr la lentificación
de los deterioros y perturbaciones del proceso demencial.

En el marco de su práctica, es función del psicopedagogo
realizar evaluaciones neuropsicológicas de los aspectos
cognitivos preservados y perturbados para, en función del
diagnóstico obtenido interdisciplinariamente, brindar asesoramiento
y orientaciones al paciente y sus familiares y proponer
estrategias terapéuticas adaptadas a las circunstancias.

Además, es necesario destacar que las tareas, ya
sean preventivas y/o asistenciales, que el psicopedagogo
ponga en marcha frente a la Demencia Tipo Alzheimer deben
estar enmarcadas en el trabajo y la colaboración interdisciplinaria
permanente, considerando la complejidad y
multidimensionalidad de la patología.
Por último, consideramos que la acción del psicopedagogo
en el campo de las neurociencias y, más específicamente,
en las demencias no debe quedar circunscripta
solamente a la práctica clínica. Por el contrario, es de vital
importancia que el psicopedagogo participe activamente
tanto en la realización de estudios e investigaciones que
permitan un mayor conocimiento científico acerca de la
enfermedad y las posibles alternativas terapéuticas, como
así también en la elaboración, ejecución y evaluación de
planes, programas y proyectos que posibiliten la aplicación
generalizada de tales intervenciones y recursos.